Paisaje cambiante
A partir de La Punta de El Confital comienza “El Paisaje Protegido de La Isleta” que comprende 462,49 hectáreas. Los conos volcánicos, sus coladas y su costa hacen de La Isleta un espacio de gran interés paisajístico y científico. Los volcanes más al norte y una porción del malpaís que desde los cráteres se extiende hacia el sur, poseen un alto valor natural.
El barrio de Las Coloradas y la zona militar han sido considerados, por su espectacularidad y su importancia en la historia geológica, como Punto de Interés Geológico (PIG) por el Instituto Tecnológico Geominero de España.
En el 2004, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, llegó a un acuerdo con los propietarios reales de los terrenos para su adquisición y así poder erradicar el poblado de chabolas.
Posteriormente en 2007, se acometieron unas obras en la zona de la playa de El Confital, que consistieron en la eliminación de los pozos negros, tuberías, losas de cimentación, desplazamiento de la vía de acceso rodado hacia el interior de la zona. Se construyó una pasarela de madera a modo de paseo peatonal junto al mar, donde se instalaron a su vez plataformas de descanso y solariums.
Junto al aparcamiento, se localiza una construcción compuesta por una estructura de rampas y pilares, a los pies de una antigua cantera de piedra de donde se extraían los áridos, tanto para abastecer a la machacadora como para la elaboración de cantos para la construcción. A través de las distintas rampas se evacuaba el producto hacia los camiones que lo transportaban a su destino. Esta fue abandonada en la década de los años sesenta.
A finales de los años 60, el auge del turismo en la playa de Las Canteras, unido a la escasez de viviendas en la ciudad, generaron que muchas personas se instalaran en El Confital, construyendo infraviviendas o adquiriendo alguna de las existentes. Este asentamiento masivo fue deteriorando la calidad del lugar, y empezó a desarrollarse una actividad marginal, con serios problemas de tráfico de droga y delincuencia. Consecuentemente, la proliferación de basuras, pozos negros y tráfico descontrolado de vehículos, desembocaron en una importante degradación ambiental, provocando la desaparición de flora y fauna del lugar.
En 1898 y tras la pérdida de Cuba y Filipinas, el Ministerio de Defensa, expropia una parte de La Isleta, al ser un lugar estratégico para la defensa de Canarias. El uso exclusivamente militar impide el acceso al resto de la ciudadanía a este espacio de singular belleza y gran valor medioambiental y paisajístico.
El Confital alberga un importante patrimonio militar, se trata de unas construcciones realizadas en 1941 con el objetivo de repeler los posibles ataques británicos a Gran Canaria por aire o mar, durante la II Guerra Mundial.