La segunda playa en extensión de la capital, con poco más de un kilómetro de largo y casi cien de ancho, se extiende sobre la cara este del municipio. Frente a una de las infraestructuras vitales de la ciudad, el Puerto, esta playa se caracteriza por ser un destino mucho más familiar y vecinal que Las Canteras, con más proyección turística.
Los muelles cercanos convierten las aguas de la bahia que bañan a Las Alcaravaneras en un paraíso de tranquilidad sobre el que se practican todo tipo de deportes náuticos como el piragüismo, paddle surf o la vela. Sobre la arena también se celebran asiduamente eventos deportivos como voley playa, tenis playa o fútbol.
Dotada de balneario y servicios de socorrismo y vigilancia, Las Alcaravaneras también dispone de un paseo junto a la arena en el que se ofrecen varios locales de ocio y restauración.