Desde hace cinco siglos, el Puerto de Las Palmas es la base tradicional de escala y avituallamiento de buques en su paso por el Atlántico Medio.
Su estratégica situación geográfica, las excelentes condiciones de su bahía y la calidad de sus servicios le sitúan en una destacada posición en las principales líneas marítimas entre Europa, África y América.
La historia del Puerto de Las Palmas se puede decir que se inició cuando el navegante Cristóbal Colón utilizó su bahía en 1492, en su primer viaje hacia América, para acondicionar y reparar las carabelas La Pinta y La Niña.
Las instalaciones portuarias se iniciaron en 1883 de la mano de los hermanos Fernando y Juan León y Castillo, dos isleños, uno ministro y otro ingeniero, que tuvieron la visión de poner las bases de este puerto internacional.
Su excelente ubicación no pasó desapercibida a las potencias europeas del siglo XIX, que lo utilizaron como base de su expansión en América y África y para el desarrollo del comercio internacional.